MAÑANA DEL LUNES
Ya estamos en el segundo día de la Semana Santa. Nos levantamos antes del amanecer (como hacía Jesús), y leemos Marcos 11:12-19.
DESPUÉS DE HABER LEÍDO EL PASAJE DEL EVANGELIO
Como vimos ayer, Jesús volvió a la tarde-noche del domingo, de Jerusalén a Betania. A la mañana de este lunes, en el camino, Jesús “tuvo hambre y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo, pero cuando llegó a ella, nada halló”, entonces la maldijo (Marcos 11:12-14).
Luego avanzaron hacia Jerusalén, y estando Jesús “cerca de la ciudad, al verla lloró sobre ella” (Lucas 19:41-44), y, después, siendo aún de mañana (Lucas 21:37,38) entraron al templo. Cuando Jesús vio los negocios que se estaban haciendo en el templo aprovechando la cantidad de gente en Jerusalén por la cercanía de la fiesta de la Pascua, limpió el templo de todo el comercio, diciendo que habían transformado la casa de Dios en “cueva de ladrones”.
El templo es el lugar sagrado de reunión entre Dios y su pueblo, y entre el cielo y la tierra. Cuando, por ejemplo, en Ezequiel 10, se ve que por el pecado de Israel, Dios abandonó el templo, esto era señal inequívoca de que estaba abandonando a Israel. En ese momento la tragedia llegó.
Jesús, el Señor del templo, aquel día reflejado en Marcos 11, estaba anunciando con un acto profético la tragedia en Israel. Se terminó el tiempo y vino el juicio.
Esta limpieza anunciaba que habría una purificación extrema en la “casa de oración” de Dios. El viejo templo de Jerusalén sería destruido, al punto de “no quedar piedra sobre piedra” (Marcos 13:2), y Dios levantaría un nuevo templo (Juan 4:21-24).
¡Esto es lo que sucedió! Todos los que están en Cristo son desde la muerte y resurrección de Jesús, el “templo de Dios” (1 Corintios 3:16), “templo del Espíritu Santo” (1 Corintios 6:19), “templo del Dios viviente” (2 Corintios 6:16), “templo santo en el Señor” (Efesios 2:21), debido a que “el Espíritu de Dios mora en ellos” (1 Corintios 3:16). Hasta que, cuando se cumpla de forma definitiva la “restauración de todas las cosas” (Hechos 3:21), y Dios haga “cielos nuevos y tierra nueva” (Apocalipsis 21:1), ya no habrá necesidad de “templo; porque el Señor Dios Todopoderoso mismo será el templo, y el Cordero” (Apocalipsis 21:22).
PRÁCTICA
Tómate un buen tiempo ahora para pedirle a Dios que su Espíritu Santo te guíe para orar profundamente para que purifique tu templo santo para ÉL, y que purifique su Iglesia. Que despierte una Iglesia santa, llena de reverencia y culto a Dios, llena de su Espíritu Santo.
DURANTE EL DÍA
¡Comparte hoy, ni bien puedas, todo esto con tus hijos! Dios está contigo, y ÉL te va a usar como su instrumento para dirigir sus vidas.
NOCHE DEL LUNES
Marcos 11:19 describe que Jesús terminando el día, volvió a salir de Jerusalén, posiblemente durmiendo esa noche en el monte de los Olivos (Lucas 21:37).
Ora de corrido esta noche antes de dormir el Salmo 35, e intercala con el clamor que el Espíritu Santo va poniendo en tu corazón.