MAÑANA DEL JUEVES
Este día nos lleva al comienzo del sagrado Triduo, o de “los tres grandes días”, como los llama la Iglesia Anglicana. Se cuenta desde la tarde del jueves hasta la tarde del domingo. Lo cual, si lo miramos según la división judía del día y la noche de ese momento, a partir de hoy jueves a las 6 de la tarde ya en realidad vamos a estar en el viernes.
Mientras tanto, hoy jueves, nos levantamos antes del amanecer (como hacía Jesús), y leemos Juan 13:1-17. Es tradición desde los primeros siglos que la Iglesia lee y ora hoy este pasaje.
DESPUÉS DE HABER LEÍDO EL PASAJE DEL EVANGELIO
Hoy jueves, al inicio del día, los discípulos le preguntaron a Jesús dónde quería que se prepare todo lo necesario para que esa noche coman la Pascua (Marcos 14:12), la celebración de Israel por su liberación de la esclavitud de Egipto (Éxodo 12). Jesús dio instrucciones a los discípulos para la comida más sagrada, que será su última cena (Mateo 26:18), y Pedro y Juan se encargaron de todo (Lucas 22:8).
Estamos próximos a avanzar a toda velocidad desde la mesa de la Santa Cena a la cruz, y de la cruz al amanecer de la resurrección.
Hoy, ni bien llegaron al aposento alto en el que celebrarían la Santa Cena, Jesús hizo algo muy difícil de entender: lava los pies de sus discípulos. Esto era algo tan denigrante que si algún judío tenía un esclavo judío no le pedía semejante tarea.
Esta es toda una parábola en acción, en la que condensa toda su vida de entrega y servicio a los demás. Y aún es otro signo más que Jesús nos deja para que podamos entender lo que está a punto de hacer en unas pocas horas. ÉL es el “Señor” (13:13), su “Padre le dio todas las cosas en las manos” (13:2), pero nos amó tanto a nosotros los suyos que estamos en el mundo (13:1) que se hizo nuestro siervo más bajo. ¿Quién puede encontrar palabras para calificar esto?
En este acto suceden al menos 3 cosas:
1- explica el porqué esa noche se va a dejar atacar y asesinar.
2- deja un signo de la Santa Comunión (como una parábola en acción en lugar del relato de la Santa Cena).
3- da un ejemplo perfecto de lo que debemos hacer.
PRÁCTICA
Ora profundamente para poder entender todo esto, y alábale por tanto amor incalificable y perpetuo.
DURANTE EL DÍA
¡Comparte hoy, ni bien puedas, todo este amor de Jesús con tus hijos a través de este pasaje de Juan 13:1-17! Dios está contigo, y ÉL te va a usar como su instrumento para dirigir sus vidas.
Enséñales que ayer, en la "parábola de los labradores malvados", vimos la explicación de Jesús de por qué la gente se va a volver contra ÉL. Hoy, lavando los pies de sus discípulos, nos explica por qué, siendo el Señor que tiene "todas las cosas en sus manos", se va a dejar atacar y asesinar.
NOCHE DEL JUEVES
Hoy a las 6 de la tarde comienza nuestro ayuno total de 24 horas (hasta las 6 de la tarde del viernes), siguiendo la forma judía en el primer siglo de contar el día y la noche. En ese momento el viernes comenzaba en lo que para nosotros serían las 6 de la tarde del jueves. Esa era la llamada “primera vigilia de la noche”.
Esta noche, luego de lavarle los pies a sus discípulos, Jesús instituye la Santa Comunión en la que participamos del cuerpo y la sangre del Señor y se nos aplica todo lo que significa (Lucas 22:14-23), se pone a sí mismo en las manos de aquel que lo va a traicionar (Juan 13:27), le enseña a sus discípulos extensamente de lo que vendrá (Juan 14-16), realiza su oración sacerdotal (Juan 17), entra en el huerto de Getsemaní y clama profundamente a su Padre (Mateo 26:36-44).
Todo esto, en la división del día y la noche judía y su forma de contar las horas, sucedió en lo que se llamaba “la primera y la segunda vigilia de la noche” del viernes (en nuestro reloj actual está sucediendo de 6 de la tarde a 12 de la noche del jueves).
Esta noche, volvemos a leer el lavamiento de pies de Jesús (Juan 13:1-17), y realizamos algún acto de servicio a alguien que el Señor nos guió a hacer de antemano.
Luego con nuestra familia, bajamos las luces de la casa a lo mínimo, y oramos:
1- por nuestros hermanos en la fe de la congregación donde Cristo nos puso, para que crezca en cada uno la comprensión del amor de Dios por nosotros en este Triduo Pascual que está comenzando.
2- a favor de misioneros en lugares peligrosos que están dando su vida por amor a otros.
3- clamamos que grabe en nosotros la importancia de la Santa Comunión en nuestra vida, que nos dé comprensión de lo que significa.
Aceptamos la invitación de Jesús de velar en esta noche con ÉL en la tristeza y la angustia (Mateo 26:37-39). Es la hora de las tinieblas. Pasamos un rato en silencio juntos al terminar simbolizando este momento difícil de Jesús. Hoy no hay más actividades en la casa. Nos vamos todos a dormir en silencio. En este momento Jesús estaba sufriendo por nosotros.