℣: Señor, para celar tu gloria y honor.
℟: Danos ministros santos.
℣: Señor, para aumentar nuestra fe, y que sea preciosa y genuina.
℟: Danos ministros santos.
℣: Señor, para sostener tu Iglesia.
℟: Danos ministros santos.
℣: Señor, para predicar tu Palabra.
℟: Danos ministros santos.
℣: Señor, para defender tu causa.
℟: Danos ministros santos.
℣: Señor, para contrarrestar el error y los engaños de este mundo.
℟: Danos ministros santos.
℣: Señor, para sostener la verdad.
℟: Danos ministros santos.
℣: Señor, para dirigir nuestras almas.
℟: Danos ministros santos.
℣: Señor, para predicar del reino que viene.
℟: Danos ministros santos.
℣: Señor, para desterrar los vicios y el amor al mundo.
℟: Danos ministros santos.
℣: Señor, para ser luz en esta generación.
℟: Danos ministros santos.
℣: Señor, para tapar la boca de los que nos calumnian.
℟: Danos ministros santos.
℣: Señor, para guiarnos a la preciosa comunión del Espíritu Santo.
℟: Danos ministros santos.
℣: Señor, para ser un pueblo al que se le reconoce poder de lo alto.
℟: Danos ministros santos.
℣: Señor, para que tu nombre sea bendito desde la salida del sol hasta su ocaso.
℟: Danos ministros santos.
Dios todopoderoso, te pedimos con el mayor clamor del alma, que añadas a tu Iglesia de día en día hombres y mujeres que quieran servir a tu pueblo en santidad, valentía, amor, esfuerzo y fidelidad, desbordados en su adoración hacia ti en cada una de sus palabras y acciones; y que los guíes conforme a todo lo que quieres hacer con ellos, para que hagan eso y nada más que eso. En el nombre de Jesús. Amén.