"Jesús ante Caifás" - Giotto (1266-1337). Actualmente en Padua. Capilla de los Scrovegni.
Marcos 14:53-65.
1 Pedro 2:23 hablando de Jesús, nos enseña: “Quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente”. “Oh que vergüenza de nosotros cuando nos resentimos con la más insignificante y leve ofensa” (W. Walsham How - siglo XIX).
El odio y los celos llevan a muchos a querer encontrar pruebas contra Jesús, sin importar si esas pruebas son verdad. Ellos ya tenían un dictamen formado, solo necesitaban apoyo para ejecutar su juicio de odio y celos.
Como los testimonios contra Jesús son confusos le preguntan directamente a ÉL. Jesús, sabiendo que cualquier respuesta generará más odio, igual da testimonio de la verdad. No piensa en intentar convencerlos ya que ellos no serán convencidos, sino que da testimonio de la verdad.
Martín Lutero escribió: "La base correcta para conocer el sufrimiento de Cristo es conocer y comprender no solo su sufrimiento sino también su corazón y voluntad para ese sufrimiento. Quien mira su sufrimiento sin ver en él su voluntad y su corazón debe aterrorizarse por él en lugar de alegrarse por él. Pero si vemos su corazón y voluntad en su sufrimiento, esto produce verdadero consuelo, confianza y gozo en Cristo" ("Sermón del domingo antes del Miércoles de ceniza").
Cuando sabemos que en ciertas situaciones, si damos testimonio de la verdad, tendremos serios problemas, pero igual lo hacemos fielmente y lo sufrimos por amor a Dios, estamos siguiendo a Jesús.
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