La Vida de fe

Cada día

LA VIDA DE FE 

DEVOCIONAL

DEVOCIONAL DE HOY


LEER: Éxodo 17:1-7


No había pasado mucho tiempo de que teniendo sed y quejándose, vieron cómo Moisés, por el poder de Dios, convirtió las aguas de Mara en agua perfectamente potable (15:22-25). Pero, sin embargo, ahora están en la misma situación y actúan igual o peor.

Uno pensaría al leer la historia, que recordarían que Dios había planeado de antemano que ellos se encontraran con esas aguas amargas para “probarlos” (15:25), por lo que sería normal que al ver que no encontraban agua otra vez, dijeran: “Bueno, ya sabemos ¿no? Dios está probando nuestro corazón dándonos una oportunidad de que le alabemos antes de que ÉL haga el milagro. Debimos haberle alabado del otro lado del Mar Rojo, debimos haberle alabado antes de que convirtiera las aguas de Mara, debimos haberle alabado antes de que nos diera codornices a la tarde y pan de mañana... Ahora, ¿qué tenemos que hacer?... Sí... ¡Aleluya! ¡Alabemos a Aquel que está a punto de hacer un nuevo milagro!!!!!”.

Jaja... Bueno, lo que sucedió es un poquito diferente... 

Ellos volvieron a quejarse de Moisés (17:2) y “tentaron a Jehová” (17:7). Dicho de otro modo, ofendieron a Dios provocándolo a que traiga un juicio contra ellos. ¡Eso es tentar al Señor! (Hch 5:9,10).

Así Dios, más adelante, recordándole este momento a Israel, le dijo: “No tentaréis a Jehová vuestro Dios, como lo tentasteis en Masah” (Dt 6:16).


Dios, en vez de exterminarlos ahí, mantiene su increíble paciencia. Y le dice a Moisés algo que no lo imaginaríamos ni en 100 vidas: “toma tu vara... y golpearás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo” (17:5,6).

Jajaja... De locos... 

¿Lo ves?

Estás en una situación que se ve imposible. No se puede, no hay solución delante. Miras para todos lados, haces tus cuentas, calculas las posibilidades, y NO... hay... manera...

Pero Dios...

Ellos miran para todos lados en el desierto y no hay agua. No es como en la situación de Mara, donde había agua pero no se podía tomar. Acá... NO... hay... agua...

Pero Dios dice: “Sí, es verdad, no hay agua, pero hay una piedra”... jaja...


Mantén los ojos de la fe en Dios. No te quejes, alaba a Dios antes del milagro. Y ÉL sacará el agua del milagro que necesitas de piedras inimaginables. 


Paralelo en la vida de fe a la que Jesús nos llama:

“Cuando llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro los que cobraban las dos dracmas, y le dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?... Y al entrar él en casa, Jesús le habló primero, diciendo:... para no ofenderles, ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por mí y por ti” (Mt 17:24-27).


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