“Desde la antigüedad, según la palabra griega, se llama ‘Catecismo’ conteniendo lo que necesariamente debe saber todo cristiano” (Martín Lutero - “Prólogo del Catecismo Mayor”. 1529).
¡El cristiano debe avanzar desde la identidad de hijo amado por Dios hacia la comprensión cabal y sacrificada de que fue llamado a ser vehículo de ese amor hacia el mundo. Dios ha querido que el que está en Cristo sea discípulos de Jesús que hace discípulos de Jesús.
En el mismo momento que una persona rinde su vida a Cristo, está en misión en todo lugar a dónde va. El propósito de su vida ha cambiado. La misión de Dios es ahora su misión.
¡Esa es la razón por la que nuestra congregación se llama “Missio” (”misión” en latín)!
MISSIO
Iglesia Cristiana Missio Córdoba forma parte de la red Missio, la cual está compuesta por congregaciones en diferentes partes del mundo.
Conformamos una unidad con la Iglesia fundada por Cristo hace 2000 años. Nuestra fe, conducta, adoración y práctica está basada en las Escrituras, y nuestra interpretación de las mismas está de acuerdo con la historia de la Iglesia.
En resumen, ¡somos una Iglesia cristiana en el sentido más profundo!
APOSTÓLICOS
La Iglesia cristiana tiene un solo fundador, Jesucristo. Y mientras cada Iglesia local persevere en aprender, enseñar y defender la doctrina y práctica que Jesús le entregó a sus apóstoles (Mateo 28:18-20; Judas 3; Gálatas 1:8; 2 Tesalonicenses 2:15; Juan 8:31) y ellos entregaron a la Iglesia (Hechos 2:42; 2 Timoteo 2:2), esa congregación forma parte de esa única Iglesia global histórica (Efesios 4:1-6; 1 Corintios 1:10-13; Filipenses 2:1,2).
Así Tertuliano alrededor del año 200 d.C., escribió:
“Tantas y tan grandes Iglesias son en realidad una Iglesia, aquella primera fundada por los apóstoles, de la cual todas proceden. De este modo, todas son primeras y apostólicas, ya que todas son una. Y a todas ellas ninguna otra norma las regula sino la única transmisión de un mismo depósito de verdades. Toda doctrina que concuerde con la doctrina de aquellas Iglesias apostólicas, debe ser considerada verdadera, pues sin duda mantiene aquello que las Iglesias recibieron de los apóstoles” ("Prescripciones contra las Herejías". XX. 7, 9, XXI. 4).
“Así, gracias a esa misma tradición transmitida a partir de las Iglesias apostólicas, todas las Iglesias son hechas una con las apostólicas” ("Contra Marción". IV.5,2).
"Iglesias que, aunque no exhiban como su fundador a ninguno de los apóstoles, en cuanto muy posteriores (aquellas, por ejemplo, que están siendo fundadas cada día), sin embargo, al concordar en la misma fe, no se consideran menos apostólicas (que las otras)" ("Prescripciones contra las Herejías". XXXII. 6 - Alrededor del año 200 d.C.).
¡Esta es la razón por la que Juan, hablando como un apóstol de Jesucristo, escribió que quienes permanecen en comunión con lo que los apóstoles vieron y oyeron, tienen “comunión verdaderamente con el Padre, y con su Hijo Jesucristo” (1 Juan 1:3)!
CATÓLICOS
Nosotros no negamos ni minimizamos la importancia de la historia de la Iglesia. Aprendemos de la Iglesia histórica y sabemos de que siempre hubo un testimonio fiel de hermanos en Cristo en estos 2000 años desde que Cristo fundó la Iglesia.
Así a aquellos que seguían a Jesús primero se les llamó “nazarenos” Hechos 24:5), aunque ellos llamaban a su movimiento "el Camino" (Hechos 9:2; 19:23; 22:4; 24:22). Pero ya cuando el evangelio llegó a los no judíos, en Antioquía se les llamó por primera vez “cristianos” (Hechos 11:26). Al principio esto fue usado como una burla, pero luego se continuó usando porque “cristianos” define lo que somos. Cristo es el cristianismo.
La Iglesia comenzó en la ciudad de Jerusalén (Hechos 2), pero al poco tiempo, por mandato de Jesús (Marcos 16:15-18; Mateo 28:18-20), avanzó a través de las regiones dentro del Imperio Romano de la época, y luego por el mundo.
Así, rápidamente los cristianos empezaron a usar el término “católica” para referirse a la Iglesia global que está repartida por todo lugar y no está limitada a una época específica. De esta manera el Credo Niceno del siglo IV (afirmado por todos los cristianos hasta hoy), dice: “Creo en la Iglesia, que es una, santa, CATÓLICA y apostólica”.
Este término, luego del llamado “gran cisma” del siglo XI (división total de la Iglesia de Oriente y Occidente), fue utilizado cada vez más por la llamada “Iglesia Católica Romana” como un nombre propio, pero la realidad histórica es que hablar de Iglesia “católica” es referirse a la totalidad de la Iglesia que cree, vive y enseña toda “la fe que ha sido una vez dada a los santos” (Judas 3) por Jesús a los apóstoles, y luego por los apóstoles a la Iglesia.
Iglesia Cristiana Missio es parte de la Iglesia católica (en el sentido de Iglesia “global, repartida por el mundo”), pero sin tener ningún tipo de sujeción o relación con la llamada así misma “Iglesia Católica Romana”, y teniendo graves diferencias con ella.
REFORMADOS
A partir de la división de 1054 toda la Iglesia se separó principalmente en dos grupos: uno en el Oriente y el otro en el Occidente. Quedando cada vez más como autoridad central en Occidente la Iglesia en la ciudad de Roma, y su obispo como el dirigente máximo (el llamado “Papa”).
La Iglesia en Occidente se desvió no solo en el Papado, sino con la invocación de ángeles, oraciones a santos, dando culto a María y orando a ella, creando la idea de un purgatorio, vendiendo indulgencias, y en depravación y corrupción.
Muchos en los siglos siguientes, como Savonarola, John Wycliffe y John Huss, confrontaron estas cosas, pero la cúpula de poder que gobernaba la Cristiandad en Occidente no solo no reaccionó, sino que en muchos casos persiguió a los fieles, los torturó y los asesinó.
Hasta que, a principio del siglo XVI, Martín Lutero en Alemania comenzó lo que se denominó la “Reforma”.
Reforma que derivó rápidamente en una separación de la autoridad de Roma, y una búsqueda realmente necesaria de retornar a la fe y conducta cristiana fiel.
A partir de ahí las Iglesias de diferentes países le dieron forma a esta reestructuración de la Iglesia. Algunos más extremos se concentraron principalmente en desechar todo lo que tuviera alguna similitud con la Iglesia de Roma. Otros, más equilibrados, trabajaron en una depuración de la doctrina, pero manteniendo una gran parte de práctica y liturgia.
En Missio, valoramos profundamente este regreso a la Biblia como regla final de nuestra fe y conducta, por lo que somos una Iglesia dentro de la rica tradición nacida en la Reforma y muy influenciada por ella.
En varios aspectos creemos que esta Reforma fue abordada más sabia, prudente y fielmente por la Iglesia Anglicana (Inglaterra) del siglo XVI, la cual emprendió lo que se dio en llamar “Vía media” y por el Luteranismo.
Los cuales afirmaban la necesidad de corregir los desvíos en la Cristiandad, pero sin desconectarse de la historia de la Iglesia, y sin tropezar con extremos:
-preservando la necesidad de una fe obediente en Cristo. La fe actúa juntamente con las obras. Nadie puede imaginar ser justificado delante de Dios sin una vida de obediencia a Dios en Cristo (Santiago 2:14-26; 1 Juan 2:3-6; 3:7-10);
-defendiendo el significado, valor y resultados reales de los Sacramentos en la vida del creyente;
-respeto por la historia cristiana;
-junto con una adoración reverente ante Dios.
EVANGÉLICOS
Más tarde, dentro de la Iglesia Anglicana se produjo un nuevo avance de reforma en pos de la búsqueda de la fidelidad al evangelio. En el siglo XVIII John Wesley, George Whitefield y los hombres que les siguieron, comenzaron a evangelizar en los campos de Inglaterra trayendo un gran avivamiento, recuperando la importancia del poder del Espíritu Santo y la santidad, y formando sin saberlo el principio del movimiento evangélico.
De este trabajo derivaron los llamados Metodistas (movimiento de Iglesias que existe hasta hoy).
PENTECOSTALES
Muchas Iglesias Metodistas a fines del siglo XIX comenzaron a tener una inquietud acerca de la restauración de la obra del Espíritu Santo que encontramos en el libro de los Hechos. La predicación y oración al respecto trajo un gran avivamiento de evangelismo, milagros, temor de Dios y adoración, y misiones en el mundo, que luego derivó en lo que se denomina hasta hoy “Pentecostalismo”.
Nosotros creemos también, junto a los pentecostales, que la misma obra del Espíritu Santo que encontramos en el libro de los Hechos, está vigente hoy, y que esto también es ser fieles a las Escrituras y el cristianismo que nos entregó Jesús. Y anhelamos fervientemente junto a ellos, experimentar a Dios en nuestras vidas personales y reuniones, y ser guiados sobrenaturalmente por su Espíritu Santo para saber qué exactamente ÉL espera que hagamos en asuntos particulares, de la misma manera que sucedía con los primeros cristianos (Hechos 8:39,40; 10:9-20;16:6-10). Este aspecto de nuestra fe significa que esperamos la intervención de Dios en cualquier momento de nuestra vida.
Aunque rechazamos y nos entristecemos por los excesos que algunos pentecostales cometieron a lo largo de los años.
NOSOTROS HOY
Si bien somos una Iglesia cristiana, ¡esta es nuestra historia!, somos todo esto, ¡estas son nuestras raíces!
Y a esto agregamos que, todos aquellos que creen y viven de acuerdo a las doctrinas básicas cristianas son nuestros hermanos en Cristo.
¿Qué significa todo esto para nosotros ahora? Exploramos a fondo estas cuestiones en nuestro Catecismo, donde desarrollamos cómo esta historia y estas enseñanzas se reflejan en nuestra forma de vivir y experimentar la fe en la actualidad.
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